De olvido e memoria estamos feitos, somos dese polvo. El cóntao moi ben... Lede:
No sé que sucede cuando morimos : Ni me preocupa mi me importa.
Allen Ginsberg dijo:
Este es el único firmamento.
Por lo tanto es el mundo absoluto.
No hay otro mundo.
El círculo está completo.
Estoy viviendo en la Eternidad.
Los caminos de este mundo
son los caminos del Cielo.
“Vivimos” aun después de desaparecer mientras permanecemos en la memoria de otros.
A algunos se les recuerda un poquito, y otros tienen el mérito de convertirse en memoria histórica.
Hay desgraciados, que terminan en mercadillos de pulgas en forma de viejas imágenes. Ya nadie sabe quienes fueron, se convirtieron en niebla. Murieron para siempre.
La intencionalidad de esta revuelta exposición, es la rendir culto a la memoria.
Encontré viejas fotografías de unas cuantas personas que fueron, olvidadas en un rincón de un rastro de una vieja ciudad muy lejana. Allí, anónimas , perdidas sus huellas para la eternidad.
Intenté recobrarlas, plasmándolas en usados sacos de café, interpretando su recuerdo, haciéndolas familiares, como un homenaje a vidas que hicieron cotidianas las estaciones del alma."
Las cosas perdidas, inútiles también son aprovechadas para darles nueva vida: Las cenizas de mi chimenea, el polvo de lo que fué mármol, latas herrumbrosas de aparcamientos, telas desechadas, objetos inservibles.
Todo, quizás es un vano intento de preservar la memoria.
